Aisladores equipotenciales
A diferencia de los capping boards tradicionales del mercado, nuestros aisladores equipotenciales ofrecen una vida útil increíble, sin necesidad de mantenimiento ni reparación, probada durante más de 22 años para el cobre y 19 años para el refinado de zinc, al tiempo que proporcionan una protección inigualable contra las reacciones electroquímicas y la corrosión acelerada de sus costosos equipos.
El altísimo nivel de precisión de nuestros aisladores, desde el primer hasta el último electrodo, garantiza su perfecta alineación de forma permanente, lo que se traduce en un aumento de la cantidad y la pureza de los metales refinados y una reducción sustancial de los cortocircuitos.
Una vez que se produce un cortocircuito en el proceso de refinado por electrólisis, la eficacia de la corriente disminuye rápidamente, reduciendo el rendimiento y afectando a la calidad del revestimiento metálico, además de las otras tensiones mencionadas anteriormente.
Nuestros aisladores pueden mantener su estabilidad química y sus propiedades técnicas incluso cuando se exponen a altas temperaturas. Además, estos productos están diseñados y fabricados para tener una notable resistencia contra las tensiones térmicas concentradas. Las barras de pultrusión incrustadas se fabrican con un volumen de refuerzo del 75 %, que es un método probado para aumentar la conductividad térmica longitudinal mientras se disminuye la transferencia de calor lateral. Esto da lugar a una rápida disipación de la concentración de calor en los puntos de contacto cuando un electrodo sufre una sobrecarga eléctrica.
Este tipo de aislador está diseñado para actuar como aislador secundario entre la barra de contacto y la celda, proporcionando protección a las celdas tanto contra los ataques químicos como contra las altas concentraciones de calor, además de alinear el aislador superior estándar en la posición perfecta.
Con sus bordes de 90 grados, estos aisladores actúan como un paraguas, impidiendo que las gotas de ácido lleguen a la estructura de la celda y también redirigiendo el electrolito hacia la celda.
Cuando se produce un cortocircuito importante, las diferentes capas de textiles de este tipo de aislador se convierten en una barrera para evitar que el calor excesivo producido por los cortocircuitos a través de la barra de contacto se transfiera al cuerpo de la celda. De este modo, se limita significativamente el estrés térmico como una de las fuentes conocidas de daños en las celdas.
Además, las celdas que ya tienen grietas pueden beneficiarse de estos aisladores coronarios, lo que prolongará considerablemente su vida útil restante.
Un aislador coronario puede fusionarse con nuestro modelo equipotencial, dando como resultado un sistema de aisladores de una sola pieza. Este tipo de aislador proporciona una ranura especial para colocar la barra de contacto y, dependiendo de la aplicación, puede proporcionar todas las ventajas mencionadas en un solo producto.
